La información arrojada puede utilizarse tanto para iniciar acciones instantáneas, como decidir si se envía una notificación al personal de seguridad o si se inicia una grabación. Pero también aporta información estadística de calidad para la toma de decisiones.

Permiten conocer el tipo de público que frecuenta un local, discriminar por sexo, promedio de edades o días de la semana en que  hay más afluencia de personas.

La inteligencia de datos también permite detectar objetos  (materiales, herramientas o materia prima) fuera lugar o conductas que afectan la productividad. Se pueden demarcar zonas calientes de circulación o de uso del espacio y medir el porcentaje de ocupación de puestos de trabajo o zonas de esparcimiento y espacios comunes.